He preguntado en los últimos años a decenas de empresarios con entre 10 y 250 empleados si tienen definido la misión, visión y valores de la compañía. La respuesta por regla general es un "no". A veces es un "sí, lo tengo pensado...".
Desarrollar misión, visión y valores en mi primera empresa (hace más de diez años) fue una de las experiencias más positivas siendo empresario. Al final del camino, que duró medio año, imprimimos un libro de marca: nuestra identidad como empresa impresa y de forma tangible. Se creó un sentimiento de orgullo de pertenecer a esta identidad. Antes de eso eramos un grupo de personas trabajando juntos. Después nos convertimos en un equipo luchando por el mismo fin y sabiendo en cada momento a donde nos dirigíamos. Uno de las transformaciones más emocionantes de mi vida como empresario.
En un artículo de la Harvard Business Review Jim Collins y Jerry I. Porras citan la importancia de los valores y de la misión:
Las empresas que experimentan éxito duradero tienen valores y un propósito que se mantienen fijos, mientras que sus estrategias y prácticas empresariales se adaptan contantemente a un mundo cambiante… estos dos ingredientes son el pegamento que une a la organización a medida que crece, se descentraliza, diversifica y se expande…
Fue publicado en el 1996, hace más de 20 años, pero sigue vigente y más actual que nunca en un mundo de cambios acelerados, en un mundo VUCA como ahora se llama.
Entonces, ¿cómo se puede crear esta ADN de la empresa?
La Misión de la empresa
La palabra misión viene prestada del ámbito militar, donde representa una operación de un tiempo limitado, más corto y concreto. Existen muchas palabras que están en uso para expresar lo mismo o parecido y aumentan la consternación alrededor del tema. Aquí algunos ejemplos (algunos en inglés ya que estas ideas fueron introducidos básicamente por autores y pensadores de habla inglesa): misión, propósito, the why, core focus, voice, hedgehog concept, unique ability, core competency…
La misión define la causa por la que existe la empresa. Es mayor que un objetivo y que nunca se llega. Un ejemplo de una empresa que todos conocemos es "Hacer feliz a las personas." ¿Adivinas de qué empresa es...? Como te habrás dado cuenta no contiene ninguna indicación del producto o servicio de la empresa, ni de la geografía, ni de la calidad. Es la misión de Walt Disney. Igual habrás dicho algo como "aaa, claro..!". Porque hace sentido. Y lo hace porque Walt Disney ha tomado todas sus decisiones de productos y servicios en su misión. Es su guía.
De forma que ya lo sabes: la misión debe ser corta, menos de diez palabras, mayor que un objetivo y que nunca se llega, suele partir del fundador y provoca el efecto aja al escucharlo.
Otros ejemplos son la Coca-Cola cuya misión reza: “Refrescar el mundo, inspirar momentos de optimismo y felicidad, crear valor y marcar la diferencia." También en este ejemplo, no comenta con ninguna palabra que se trata de una bebida. Y un ejemplo más de una empresa que conocemos todos es el siguiente: "crear una mejor vida cotidiana para muchas personas." La empresa es IKEA.
Si tienes dificultades de imaginarte cual puede ser la misión de tu empresa, no sufras. Es un proceso descubrirla. Descubrir y no crear, porque ya existe. Es solo cuestión de descubrirla y ponerla en las palabras adecuadas. Yo lo hago todos los días con las empresas que acompaño como EOS Implementador. Y digo: "tranquilos si no lo encontramos en seguida, porque suele tardar algo entre 45 minutos y... 2 años!" Pero de momento lo hemos conseguido con todas las empresas 🙂
Si lo quieres ir pensando te puedo dejar una pequeña ayuda: suelen estar en una de las siguientes cuatro categorías: ayudar, construir, solucionar o ganar.
Una vez definida se usa como una guía y un filtro en todas las decisiones de la empresa para así mantener el foco.
Simon Sinek llama a la misión de la empresa el porqué. El why, en inglés. Aquí te dejo con el vídeo de su ponencia en TED, que ya acumula 50 millones de vistas.
(encender los subtítulos en el icono abajo)
Porque definir la misión de la empresa:
- Dirección: La misión define la dirección deseada para una empresa. De esta forma todas las personas que trabajan en ella tienen un criterio de actuación. Permite dejar más autonomía y crea un equipo más motivado.
- Propósito: La misión de la empresa explica el propósito de la misma y permite a las personas que trabajan en ella identificarse con ella. O no. Como tal actúa como filtro para atraer las personas adecuadas, repelar las no adecuadas y crear un foco claro sobre qué hacer y qué no.
¡Cuidado!
- No realista: a veces las empresas o empresarios tienden a crear una misión que está claramente fuera del alcance. Es bueno ser ambicioso, pero si el resultado es una misión que no se crea nadie el efecto va a ser el contrario del deseado. Por lo que es recomendable trabajar y descubrirla juntos con el equipo directivo.
- Inversión de tiempo y recursos: hay muchas formas de llegar a descubrir cuál es la misión de la empresa. Alguna pasa por contratar un despacho de consultores que cuestan decenas de miles de euros y mucho tiempo para solo llegar a una conclusión que ya se sabía antes.
La Visión de la empresa
La visión de la empresa es, de acuerdo con el BusinessDictionary...
Existe cierta confusión entre misión y visión, aunque son muy diferentes.
La misión de la empresa, como visto arriba, define el “porqué” de la organización, su propósito, causa o pasión. Mientras que la visión es tener claridad sobre qué se quiere haber conseguido en un marco de tiempo específico. Dependiendo del sector de la compañía, este marco de tiempo oscila entre 5 años y 30. Mis clientes del mundo tecnológico suelen escoger un marco más corto, más cerca de los 5 años, mientras empresas más tradicionales suelen escoger un tiempo alrededor de los 10 años. La idea es escoger un marco de tiempo lejos pero que permite visualizarlo todavía.
Quizás el ejemplo más famosos de una visión fue de Bill Gates en el 1980. En aquel entonces, Microsoft tenía tan solo 30 empleados y Gates se aventuró a tener su visión: “un ordenador con Microsoft en cada escritorio y cada casa”. Todos sabemos que su visión se cumplió y ha llevado a Bill Gates a ser una de las personas más ricas del planeta.
Otro ejemplo de una visión que quiere citar es la ONG Asociación de Alzheimer: “Nuestra visión es un mundo sin Alzheimer”. Simple, pero muy claro y efectivo para saber qué es lo que quieren conseguir.
Igual como pasa con la misión existen otras palabras para la visión. Un ejemplo es “BHAG”, inventado y patentado por Jim Collins. Lo menciona la primera vez en su libro (muy recomendable) Built to last. BHAG significa “Big Hairy Audacious Goal” y tiene difícil traducción: Objetivo grande, peludo y audaz.
Porqué definir la visión de la empresa:
- Rumbo: definir y comunicar una visión clara de la empresa ayuda a alinear todos los esfuerzos de corto plazo con la meta de largo plazo. Se evita distracciones y, de nuevo, se crea mayor foco.
- Velocidad: al definir una visión claramente definida todos empiezan a remar en la misma dirección, lo que crea foco y velocidad.
¡Cuidado!
- No acertar: No es fácil, definir una meta a largo plazo. Y tampoco es fácil comunicarla al equipo. Porque crea compromiso con el futuro y a menudo salen dudas si es lo acertado. Si es demasiado ambicioso y poco creíble, puede causar pérdida de credibilidad y desapego. Por lo que es recomendable crearla conjuntamente con el equipo directivo y permitir una reflexión durante algunas semanas, antes de publicarla con el resto de la compañia.
Los Valores de la empresa
Todos tenemos valores. Son nuestros patrones de comportamiento. Y queremos detectar aquellos que nos resultan más preciosos e importantes en la interactuación con los demás. En mi caso, por ejemplo, uno de mis valores es el respeto. Lo aplico sin pensar y por defecto en todo lo que hago, como por ejemplo, no interrumpir otras personas mientras hablan o ceder el sitio a gente mayor en el autobús. Por el otro lado, si no hay respeto, me enfado. Para poner también un ejemplo aquí, si una persona se cuela en la cola del check-in del aeropuerto.
El resultado es que evito personas que no comparten este valor. Y personas que lo tienen, me atraen. Lo mismo ocurre en las empresas.
Los valores de una empresa deben ser usados como un filtro para elegir, evaluar y recompensar las personas de la empresa. También deben ser considerados como criterio o filtro en la toma de decisiones. Si, por ejemplo, uno de los valores de una empresa es calidad en el servicio no lanzará un producto al mercado si el nivel de calidad no es satisfactorio.
Pero el uso de los valores no debe quedarse allí, sino se aplica a clientes, proveedores, proyectos, procesos etc. Si por ejemplo un proveedor no encaja dentro de nuestros valores a menudo resulta en unos costes mayores, sea por las comunicaciones más complicadas, falta de acuerdos o, más indirecto, la pérdida de motivación de los miembros del equipo que puede llegar a afectar la todo un departamento al final.
Un error frecuente al definir los valores de la empresa es incluir valores aspiracionales. Son valores que nos gustaría tener o ver en la empresa, pero, si somos honestos, no los hay.
Típicos ejemplos de valores aspiracionales son calidad, innovación, etc. Hay que preguntarse, ¿realmente aplicamos "poner valor aquí" de forma intrínseca en todo lo que hacemos...?
Una vez descubiertos los valores de la empresa, es importante que formen parte de la vida cotidiana. Bien si las tienes impresas y expuestos como cuadros, pero es más importante vivirlos: incluirlos en conversaciones, reuniones, contrataciones, despidos, programas de incentivos etc. Un amigo mío y conocido empresario hace cada lunes una comida con varios miembros de la empresa en la que cada persona explica una breve historia de cómo ha visto aplicar uno de los valores durante la semana anterior. ¡Esto sí es vivir los valores y tiene un muy buen efecto sobre la cultura de la empresa!
Después de tanta teoría, un poco de práctica: mis valores
- Primero ayudar
- Actuar con respeto
- Hacer lo que digo
- Ganas de aprender
- Siempre dar lo mejor
Como muy tarde cunado una empresa tiene más de 50 personas los fundadores empiezan a perder el contacto con las personas que trabajan en la empresa, ya no se saben todos los nombres, ni tienen el tiempo para hablar con cada uno. Es cuando la cultura de la empresa empieza a diluirse y perderse. Haber definido y vivir los valores es el único antídoto que existe.
Porque definir los valores de empresa:
- Talento: los valores nos ayudan en la elección y en la retención de personal. Son un filtro y factor de motivación y posibilitan tener la cultura empresarial deseada.
- Filtro: también con un filtro para decisiones en servicios, productos o procesos. Evitan la creación de un cuello de botella al poder dar más autonomía de decisión dentro de los valores.
¡Cuidado!
- Es trabajo: Si quieres definir los valores para luego solo colgarlos en la pared o en la intranet, es mejor no perder el tiempo. Los valores requieren trabajo contante y continuo. Pero vale el esfuerzo.
Crear, implementar y vivirlo
Es el conjunto "misión, visión &valores" que constituye el ADN de la empresa: Porqué hacemos algo. Adonde pensamos llegar. Cómo actuamos en el camino. Existen muchas empresas en el mundo que fabrican muebles, pero no hay dos iguales, juntando estas tres condiciones. Es decir, si estos 3 pilares de la empresa están bien definidos se ha logrado la cimentación sobre la que ejecutar.
Entonces, ¿cuándo es el momento para empezar a desarrollarlo?
Me gusta usar una analogía del barco a remo. Si estamos solos en el barco sabemos adónde vamos, a qué ritmo remar y que tipo de remo usar. Después se suma una segunda, tercera, cuarta persona en el barco para remar. Pero ni les decimos adónde vamos, a qué ritmo remar o qué tipo de remo usar. Solo le decimos que reme… fuerte… ¡más fuerte! Es mejor decirlo desde el momento uno.
La realidad es que en muchas empresas se empieza a plantearlo solo a partir de un equipo muchas personas y notar que algo no va como deseado.
De forma que no esperes ni un solo día más… ¡¡manos a la obra!!
Próximos pasos...
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